La historia de Jakob Schuler es un relato de pasión, de dedicación y de una amistad especial. Con su trabajo en Krupka (CZ), contribuye a preservar una pieza de ingeniería suiza. Su historia muestra cómo los intereses personales y los conocimientos profesionales pueden unirse para lograr grandes cosas: una inspiración para todos nosotros.
Una vida en las montañas: el viaje de Jakob Schuler, de Braunwald (CH) a Krupka (CZ)
Jakob Schuler (64) es un hombre cuya vida está marcada literalmente por las alturas y las profundidades. Nació y creció en Braunwald, un pueblo idílico de montaña, donde los coches están prohibidos y que pertenece al cantón de Glaris. Jakob no tardó en descubrir su fascinación por las montañas y los teleféricos. Cuando solo tenía doce años, perdió a su padre, operario de teleféricos y guía de montaña, en una avalancha. Dos años después, su madre se trasladó con sus cuatro hijos a Biel, en Suiza Occidental.
Aquí realizó una formación como mecánico de motores para trabajar después, durante 24 años, en el mantenimiento de locomotoras. Cuando se cerró el viejo taller, tuvo que reciclarse y encontró su vocación en la geotécnica. Durante 17 años, supervisó la calidad del balasto de las vías férreas de toda Suiza y realizó inspecciones y mantenimientos exhaustivos.
Jakob Schuler en un asiento Von Roll en posición lateral
Una amistad y una pasión por los teleféricos
La pasión de Jakob por los teleféricos le ha acompañado toda su vida. Ya en Braunwald, donde su padre trabajó como guía de montaña y técnico de teleféricos, estaba rodeado de estas fascinantes máquinas. Hace 18 años, su afición dio un giro inesperado. Tom, un cirujano checo, escribió a Jakob pidiéndole una maqueta a escala 1:10 del telesilla Von Roll que Jakob había construido. Aunque al principio Jakob rechazó esta petición, acabó realizando una maqueta que supuso el inicio de una amistad.
Un año después, Jakob fue con su mujer a Chequia para visitar a su amigo Tom. Juntos fueron a Krupka, donde se encuentra el último telesilla Von Roll VR101 en funcionamiento del mundo, un modelo muy poco común en la historia de los teleféricos suizos. El telesilla se construyó en 1952 en la pequeña ciudad histórica de Krupka, a una hora y media de Praga. Desde hace 17 años, Jakob va cada año voluntariamente a Krupka para revisar el teleférico.
Jakob y su equipo en trabajos de mantenimiento
Vivir y trabajar en Krupka
Krupka, antes conocida como Graupen, no es solo el hogar del último telesilla Von Roll, sino también un encantador destino de vacaciones con un rico patrimonio cultural y bonitos restaurantes. Jakob forma parte del equipo encargado del mantenimiento del teleférico y aporta su dilatada experiencia y sus conocimientos.
El mantenimiento del Von Roll requiere una gran destreza mecánica. Entre otros, utiliza una polea para desmontar periódicamente los rodillos del telesilla, revisarlos en el taller y volverlos a montar. Además del trabajo mecánico, Jakob también debe comprobar los componentes eléctricos. Con destornilladores aislados revisa que todas las conexiones estén bien apretadas y que no haya contactos sueltos. Jakob considera que las medidas de seguridad, como el uso de gafas y guantes de protección, son esenciales para evitar accidentes. El mantenimiento completo suele durar unas dos semanas y requiere una buena preparación y mucha seguridad.
La principal diferencia entre los telesillas Von Roll y los demás, es que Von Roll, un fabricante suizo, ha montado los asientos en posición lateral. Esto significa que cuando uno se sienta en este tipo de telesillas, puede disfrutar de la hermosa panorámica; toda una experiencia.
Krupka en la República Checa
¿Por qué PB Swiss Tools?
En su trabajo, Jakob confía en las herramientas de gran calidad de PB Swiss Tools. En particular, valora los destornilladores con mango SwissGrip, que convencen por el código de colores y el agarre firme. Los destornilladores aislados VDE son imprescindibles en electromecánica para revisar con seguridad las piezas desnudas bajo tensión. También las llaves macho acodadas son una parte importante de su equipo.
«La calidad de las herramientas PB Swiss Tools es excepcional. Facilitan enormemente el trabajo, sobre todo gracias al código de colores y al agarre ergonómico», afirma Jakob, quien añade: «Antes, el equipo de Krupka trabajaba con herramientas antiguas que a menudo debían repararse. Con PB Swiss Tools hemos dado un gran paso hacia delante».
Uso de destornillador con mango SwissGrip
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